«Las Antiprincesas son mujeres que salieron a buscar su propia vida, su propio destino» – Entrevista a Nadia Fink

Por el equipo de radio Juana Sostén – Entrevista realizada el 6 de diciembre de 2016

Nadia Fink es periodista y escritora y es la autora de los textos de la colección Antiprincesas de la Editorial Chirimbote. Nadia escribe para el portal Marcha Noticias y para la editorial El Colectivo. Juana Sostén habló con ella sobre estas biografías de mujeres de carne y hueso narradas para los más chicos, quienes habitan un mundo plagado de superhéroes invencibles y de heroínas invisibles.

¿De qué se trata la colección Antiprincesas?

Son cuentos, narraciones, de las biografías de mujeres de nuestra historia, de Latinoamérica, contadas  para chicas y chicos e ilustradas por Pitu Saá. Nuestras narraciones tienen una pata en la escritura y una pata en el dibujo. El nombre Antiprincesas, salió un poco jugando, no era algo que habíamos pensado tan en profundidad, pero sí es claro que estos cuentos se oponen mucho a los cuentos tradicionales de princesas o a los cuentos de hadas, donde las mujeres tienen otras características. Nosotras acá estamos hablando de guerreras, de luchadoras, de artistas, de músicas. De mujeres que salieron a buscar su propia vida, su propio destino.

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Hay algo en la construcción de las princesas que tiene que ver sobre todo con su aspecto físico. Podemos decir que las princesas de Disney, por ejemplo, son personajes «lindos». Y lo que podemos ver en Antiprincesas es que son mujeres que tienen toda una historia y una historia que es interesante saber, ¿vos cómo lo ves?

Sí, es verdad que lo del aspecto físico es una de las características más grandes de todo lo que son las princesas y las Barbies también. Pensamos también en los juguetes a los que tienen acceso las chicas y los chicos. Sobre todo las chicas. Y entonces es cierto que estas princesas asocian también la belleza con la bondad, un montón de cosas que en lo concreto ninguna de nosotras podría llegar a sentirse identificada/o, y menos las niñas. Así que estas Antiprincesas por supuesto que no ponen el foco en su aspecto físico sino en todo lo otro que desarrollan. Y tenemos también distintas formas de acercarnos a ellas. Por ejemplo hablamos de una Frida (Kahlo) que siempre tuvo problemas con su cuerpo porque fue concreto, tuvo un accidente, tenía una pata más corta que la otra; hablamos de Violeta Parra que es una campesina que empezó a cantar y a recorrer los pueblitos de Chile. Todas tienen otras características y cada una se distingue más allá de su aspecto físico.

¿Cómo surgió la idea, al armar esta colección, de trabajar con casos reales? Se puede desarmar la idea del cuento infantil haciendo otras propuestas pero ustedes lo que plantean es hablar de mujeres de la realidad, de nuestra historia

No sé si lo pensamos al revés. Lo que pensamos es armar una colección de biografías para chicas y chicos, y en el camino se fue dando esto de que claramente se oponen –creo que en el primer editorial está esbozada esa idea de que para jugar hay que ensuciarse, creo que un poco decíamos que «nos tienen podridos las princesas». Creo que es algo que les pasa a muchos adultos y adultas, que ven que ese es el único mundo lúdico para sus niñas.

Empezamos proponiendo las biografías con esta idea de que nos estábamos oponiendo, pero no fue algo preconcebido, digamos.

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Vos en otras entrevistas comentaste que muchos padres se te acercan comentándote que están hartos de las princesas, que entrás a una juguetería, por ejemplo, y la sección «para nenas» es toda rosa y llena de princesas. ¿Vos viste que esta colección impactara en los juegos, en los roles de juego de las niñas en particular? Muchas veces ocurre que en los juegos de roles las niñas personifican varones porque si tomaran personajes femeninos estos no pueden hacer mucho en el juego, ¿creés que hay algo de esto, que la colección puede aportar a nuevos juegos, nuevas construcciones de roles de juego?

Yo creo que eso nos pasó a todas en nuestra infancia y sigue pasando. Cuando te ponés a hablar con las chicas ninguna termina siendo completamente una niña que juega todo el tiempo con la tacita de té y con la muñequita. Entonces en la vida real ya esto pasa. Por ahí sí lo que nos pasó es que la colección moviliza cosas. Sobre todo con las redes sociales nos llegan cosas, se nota. Nos llegan muchas fotos de niñas caracterizadas como Frida o como Gilda en un cumpleaños. También pasa que las actividades que proponemos replantean que no hace falta ser de una sola manera. No sé si es que los libros influyen directamente, por lo menos abren a la pregunta para que los grandes que están en contacto con los más pequeños también empiecen a pensar y a dar más libertades.

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En este sentido ustedes también adelantaron hace unos meses que tienen un proyecto pensado para adultos, un proyecto de educación en género. ¿Podés adelantar algo al respecto?

Sí, nosotros hicimos un libro que se llama Ni Una Menos desde los primeros años que lo que intenta trabajar es cómo pensar el género desde la infancia. Nos parece que es un tema que está marcado por el mundo adulto, porque no es que los niños y las niñas nacen con una perfección de qué es lo que hay que hacer o lo que no. Sobre todo cuando son muy chiquititos se nota que las conductas son muy parecidas y que no es que eligen más una muñeca o tal color porque son niñas o niños. Nos parece que lo más profundo es laburarlo en «grandes» para que sean ellos quienes se lo planteen en el momento de educar a sus hijos/as. O los docentes, u otra gente cercana. Repensar es repensarnos a nosotros mismos, repensar cuáles son las cosas sexistas que aparecen y que quizás por llevar tantos años así no se cuestionan, como la fila de nenas y varones en la escuela, las tareas que tienen nuestros hijos/as hacia adentro de los hogares por ser niñas o niños, toda una serie de planteos desde varios enfoques: lo educativo, lo psicológico, lo práctico, lo político. Son disparadores, es un caminito para ver cómo esto sigo recorriéndose.

Y dentro de esta colección que ustedes armaron de estos replanteos a los estereotipos aparece también la colección «Antihéroes», ¿de qué se trata?

Los Antihéroes llegaron un poquito después que las Antiprincesas y en realidad lo que vienen a discutir es el tema de la infancia masculina: los superhéroes. El estereotipo de la infancia masculina es ese. Antisuperhéroes no le podíamos poner, le pusimos Antihéroes. Es esa idea de mostrar otras formas de acercarse a lo que es tener superpoderes, a lo que es ser valiente. Otras masculinidades, otras características que puedan distinguir a los hombres, no solo ser invencibles o luchar a puño limpio.

Además siempre que hay un superhéroe con superpoderes hay una chica en peligro que merece ser protegida por todos estos superpoderes que tiene el superhéroe.

Sí, está como ese lugar más «quieto» que tiene la mujer. De hecho suele arruinarle bastante las cosas al superhéroe, la mujer…

Con los sentimientos…

Claro, el hombre araña, por ejemplo, tiene que salvar a la chica o salvar a toda la ciudad. Siempre las chicas las ponen en el medio de las decisiones que puede tomar el superhéroe, es bastante insufrible. La idea es por lo menos dejarlo planteado, a ver qué es lo que sucede.

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Entre los Antihéroes ya publicados están Cortázar y Galeano, ¿cuál le sigue?

Se viene el Che[1]. Lo mandamos a imprenta ayer. Estamos un poco agotados pero muy contentos con cómo quedó.

Otra cosa que planteás es esta idea de que en los cuentos tradicionales cuando aparece más de una mujer es para conflicto, y que si son tres mujeres juntas es desastroso, como el caso de Cenicienta y sus dos hermanastras. Este planteo hace mella la idea de sororidad, de alianza entre mujeres, priorizando la de la competencia entre nosotras, de que más de dos mujeres juntas hablando de algo que no es un hombre –como el test de Bechdel para el cine– no está bueno.

Sí, también son cosas que vamos descubriendo en el camino, que nos vamos replanteando. Igual que con las brujas. Las brujas son malas, las hechiceras de los cuentos usan sus poderes para hacerle mal a otros, generalmente mujeres. Nos parece importante empezar a desandar este camino porque son cosas que están tan arraigadas que después salen como naturales. Cuando una chica es un poco más grande y le gusta el mismo chico que otra chica seguramente se ponen a competir, en vez de repensarlo desde otros lugares.

Nosotros hace poquito también hicimos la liga de Antiprincesas, que salió como el primer número, y que son las guerreras que están atrás del libro de Juana Azurduy, que son Micaela Bastía, Bartolina Sisa, Martina Chapanay, María Remedios del Valle, Victoria Romero, todas luchadoras por las independencias o en el contexto de la lucha entre unitarios y federales, que pelean todas juntas ante un problema que inventamos. Es una historia de ficción en la que participan personajes reales. Y también era otra manera de llevar jugando estos temas que nos preocupan y que no se ven tanto en la infancia: para no bajarle línea con respecto a la sororidad, porque nos parece muy aburrido decirle a las chicas y a los chicos cómo tienen que hacer, llevamos desde propuestas divertidas y lúdicas esto de la liga conformada por mujeres que son heroínas, que pelean, que pelean todas juntas, se unen. La sororidad.

Además tomando como ejemplo a Frida Kahlo y a Violeta Parra, sobre ellas hay bastante bibliografía, sus vidas fueron documentadas, pero no es el caso de Juana Azurduy, y si lo pensamos ella es una heroína de la Independencia pero siempre recordamos a los próceres varones.

Claro, tal cual. Por eso también la idea de poner a las guerreras a luchar todas juntas tiene que ver con eso, con empezar a desandar un poco la historia. Es mucho más difícil conseguir material sobre las mujeres porque por un lado la historia la escribieron los hombres y por el otro lado incluso en esta idea de lucha colectiva que tienen las mujeres a veces los nombres propios quedan escondidos. Y también en el libro de la Liga Antiprincesas hay una chamana, una hechicera, que es la que las hace viajar en el tiempo y las reúne a todas. Por eso también queremos poner sobre la mesa el poder de las brujas. Las quemaron tanto que nos hicieron creer que eran malas.

Y sobre todo nos hicieron creer que cualquier poder que pudiera tener una mujer es negativo

Claro, e incluso en esto que yo decía de la belleza y la bondad: las buenas de los cuentos son bellísimas y además toleran todo, nunca reaccionan, se quedan llorando, no se les ocurre agarrar a las piñas a las hermanastras (risas).

Siempre víctimas…

Toleran todo hasta que son premiadas por su tolerancia. Y las malas muchas veces son las feas pero a la vez tienen un poder que es importante que, está bien, usan en función del mal, pero suelen ser muy inteligentes: hacen planes, piensan estrategias, piensan un montón de cosas. Pero son malas y feas.

La bruja de Blancanieves, por ejemplo, es mala, es fea, pero es muy bicha, y urde un plan para quitarle a Blancanieves lo que ella no tiene: la juventud y la belleza.

Claro, como la de Rapunzel, en cierto punto.

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Repasando, las antiprincesas y los antihéroes hasta ahora publicados son Violeta Parra, Frida Kahlo, Clarice Lispector, Juana Azurduy, Julio Cortázar, Eduardo Galeano, el Che Guevara…[2]

¡Y no te olvides de Gilda!

¡Gilda, claro! Lo interesante con Gilda es también este rescate de la música popular. A Gilda es imposible no conocerla y su legado es también el reconocimiento de la música popular, muchas veces muy vapuleada, muy golpeada

Sí, incluso a nosotros nos criticaron bastante, nos decían «¿Qué hizo Gilda por el mundo? No es científica, etc, no es importante» Creo que justamente la idea nuestra es estar corriendo siempre esos límites y es estar poniendo sobre la mesa la discusión de otros temas, y como vos bien decías ella fue una representante de la música popular. Es el libro que más une a las generaciones, de lo que hemos podido ver. Porque en general los padres, madres, tías, abuelos, los niños, todos conocen a Gilda, todos terminan cantando a Gilda. Entonces une bastante. Todos conocen a Gilda, su música. No es que conozcan su vida completa pero es mucho más cercana que otros personajes. Entonces nos parece que está muy bueno poder hablar de eso, poder hablar de otras músicas populares. No subestimar ni despreciar a la cumbia, que de hecho es una música que atraviesa a toda Latinoamérica. Y también el tema de los santos populares, la otra pata que nos interesa en la vida de Gilda: el significado de los santos populares en las personas y en los pueblos.

 

[1] El Che ya forma parte de la colección Antihéroes desde fines de 2016

[2] A la fecha se sumó una nueva antiprincesa: Alfonsina Storni

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